jubilado sabático

(abril 2005 - noviembre 2005)

martes, abril 19, 2005

Ratzinger

Dice mi buen amigo Lalo que está bien que la iglesia condene el relativismo, que a él le parece bien el papa que han elegido. Es fuerte este argumento en él, que no es ningún mono ni un extraterrestre: quizás es más fácil enterarse de opiniones políticamente correctas tipo "el papa es conservador".

No, creo que el Lalo tiene razón, fundamentalmente porque él es católico. Este papa seguramente canonizará a un señor alemán que el Lalo admira religiosamente. El punto no es ese. Es por qué razón alguien que no es católico (digamos que es evangélico) tendría que entender que ha ascendido una especie de "supra-presidente", un caballero por el que no puede votar, y que le impondrá leyes con argumentos que son materia de fe, y por tanto imposibles de compartir.

El liberalismo que esperaría incluso de Ratzinger sería que, en un despliegue de razocinio y objetividad, asuma que en el mundo en que viven sus fieles también hay fieles de otras iglesias, de otras organizaciones, y por cierto, personas que no son fieles de ninguna cosa. Y que, como el Lalo y yo, podemos ser bastante amigos incluso. A mí no me incomoda que mi amigo, como es católico, use formas de control de natalidad en las que cree. Lo que me molestaría mucho sería que bloquee la existencia de otras formas de enfrentar un tema tan delicado. No puede prohibirle algo a una persona no católica con argumentos de fe. No debiera ocurrir.

Si Ratzinger es pluralista (ecuménico a lo mejor), por mí que sea todo lo conservador que quiera.