jubilado sabático

(abril 2005 - noviembre 2005)

sábado, abril 23, 2005

Sant Jordi

En el día del patrón de Cataluña se intercambian flores y libros. Tradición que exalta la cultura y la belleza, por sobre la barbarie y la ignorancia.

Estoy casi seguro que los hinchas del Barça, al menos, hubieran cambiado varias cajas de libros por un gol de Riquelme o uno de Jose Mari al Madrid. Quizás, unos cuantos fardos de rosas rojas para distraer a Beckham o a Zidane. Cambiarían, creo yo, una tradición sentida y popular por la tranquilidad de ver alejarse a los blancos.

El hecho es que el perseguidor, el némesis ha remontado un primer tiempo raro y ganó al Villarreal finalmente. Mala suerte, Pellegrini. O quizás buena suerte: si hubiera ganado seguramente hubiera quedado de candidato a la banca del Real Madrid, donde no se ha sentado ningún DT bueno, y del que todos salen magullados y depreciados.

Mañana, Ronaldinho tiene opción de traerse de Málaga a un FC Barcelona revitalizado y enérgico. Quizás el fútbol pueda dejar de dolerles a los catalanes, y entonces la tradición literaria y floral de este día sea legítimamente amor a la belleza en lugar de consuelo de los traspiés deportivos.