jubilado sabático

(abril 2005 - noviembre 2005)

jueves, mayo 26, 2005

Pop norteamericano 2

Qué buenos son algunos gringos. Es verdad que me encanta que no sean demasiado conocidos, pero al margen del esnobismo que no me puedo sacar hay discos muy bonitos que quiero mencionar:

- "The Photo Album" (Dead Cab for Cutie). Aunque es verdad que el tono emo del grupo en el fondo es un poco cebollero, o a causa de ello, me encanta la abierta nostalgia de las canciones. Pero abiertamente triste, sin duda. Ahora bien, están los coros y las frases de guitarra que necesita cualquier auditor pop. Gran (y barato) disco.

- "Beautiful Yesterday" (Dayna Kurtz). Esta mujer es impactante. Tiene una voz grave pero dulce, algo así como un chocolate con 90% de cacao y algo de azúcar. Blues, folk, vodevil, Leornard Cohen, Prince, Billie Hollyday. Su voz y su guitarra country, orgánicas y potentes. Pianos sutiles, percusión soterrada, contrabajo y un repertorio tan singular como si un amigo artista hiciera una invitación a oirlo en su propia casa. Una diva anónima.

- "The Ugly American" (Mark Eitzel). Este hombre sería Lennon si American Music Club fuesen los Beatles. Claro que la comparación es exagerada, pero el rol de Eitzel es de letrista-cantante-compositor principal y sin contrapeso. Por eso no es nada de raro que en un largo hiato en la carrera de esta banda, Mark el Borrachín sacara varias grabaciones él solo con diversa ornamentación y suerte. Esta en particular tiene aires griegos, pues fue grabado allí con músicos e instrumentos locales y el resultado es de lo mejor que ha sacado este prolífico artista. Viaje gratis a las islitas mediterráneas, atardeceres silenciosos y un buen trago incluido. Una joya.

- "I'm With Stupid" (Aimee Mann). Disco anterior a su florecimiento con Magnolia. Curiosamente, se puede hacer el siguiente ejercicio: uno es P. T. Anderson y oye el disco de una autora no muy difundida, sin un marketing que explique quién es. Las letras y el clima que crea la casi platinada Aimee le destapan entonces una seguidilla de ideas, imágenes y sugerencias que le dejan inquieto. La música inspira el cine, y no al revés. Uno, disfrazado como cineasta, queda intrigado y removido. Sobre la base de un par de temas inolvidables construye una catedral de película. Bueno, este disco es pródigo en canciones. La señora no escatima, y en el lote se cuelan algunas cosas que quizás no van a inspirar muchas obras, pero es tan bueno saber que la capacidad de nuestra amiga tiene trayectoria y proyección. Crea expectativas por sus próximos trabajos.