jubilado sabático

(abril 2005 - noviembre 2005)

viernes, junio 10, 2005

Bodysong

Mi amigo Gonzalo es guitarrista y además bajista. Tenemos varios gustos en común en materia musical y, a menudo, nos enfrascamos en conversaciones para buscar puntos de desacuerdo. Uno de los puntos en que estamos, sin embargo, de acuerdo, es que Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead, es el tipo talentoso y creativo que mueve al grupo a buscar otros sonidos.

Encontré hace más de un año el disco Bodysong y confirmé que Greenwood es el genio que Gonzalo dice que es. Reconozco que su música es algo temible. Un paseo nocturno por una ciudad desconocida de la mano de esta banda sonora es realmente muy perturbadora. Sin embargo, la primera intención del disco es acompañar la película del mismo título, creada por Simon Pummell a partir de material fílmico de desecho y no la pesadilla de nadie. Imaginé la película tan estremecedora como mi experiencia nocturna, pese a lo cual me dirigí a verla en el Festival Sónar 2004 y para mi sorpresa, encontré una verdadera obra de arte.

¿Qué se yo de arte? No mucho. Pero el collage resultaba perfectamente hecho, nunca hubiera sabido que eran restos de otras películas. El hilo de la narración es el ciclo vital, desde la concepción hasta la muerte de un ser humano. La veracidad de las imágenes es emocionante y justamente ahí es donde Greenwood se inserta. La música no es terrorífica sino sensible. No hay intención, creo, de perturbar sino de dejar ver que Bodysong es una experiencia impactante porque es elemental. Sin palabras pero con música e imagen. Emocionante experiencia, que sinceramente me conmovió en un entorno más orientado a vanguardear que a sentir.

Y está claro: Jonny Greenwood es un músico admirable.