Tribunales

Mientras en EEUU la fama ha salvado a Michael Jackson, en Chile ni el fuero parlamentario salvó al senador Jorge Lavandero. Abusó de varios niños y niñas, y eso no pasó colado ni siquiera teniendo en cuenta la trayectoria política del hombre. Es bueno que no haya secretos de esta especie, y es bueno que no sea juzgado como un tema de farándula, porque no lo es. Jackson, en cambio, será juzgado en las disquerías por un amplio espectro de consumidores. En lo que me toca, desde Thriller que Michael no me interesa más. Y me gusta la idea de que la bancarrota sea el castigo que le correspone: vamos a piratear sus discos buenos, a ver si es cierto que la piratería le mata la música a este repulsivo ente. Me recuerdas a Jar-Jar Bings, Jacko.

Mientras la derecha ya cambió de tema (de la desigualdad pasaron a interesarse en los novios de Bachelet y, ante la caída de esa operación de inteligencia, pasaron al nepotismo), Pinochet fue denunciado por la investigación del Senado norteamericano como responsable de algunas cuentas en Argentina, así como sus asistentes y parientes. Y justo hoy está muy grave, ingresado en el hospital del Ejército. Ojalá fuera cierto, dicen sus abogados. Con el viejo muerto se extinguen las responsabilidades penales y se acaba el contrasentido de defender al indefendible. Por lo que me toca, ojalá se mejore y sólo se muera una vez que lo declaren culpable. Ahí sí hay enriquecimiento de los familiares, fraudulento, ilegal, doloso, inútil para el país. Delitos, puros y duros.

Como el negocio del Choclo Délano con la municipalidad de Providencia a nombre del cual van a pervertir el barrio Las Lilas. Eso es corrupción.