jubilado sabático

(abril 2005 - noviembre 2005)

sábado, julio 30, 2005

Lo que la gente quiere

¿Qué sé yo quién es "la gente" o qué es lo que le interesa? No tengo idea, aunque tampoco quisiera insultar a mis eventuales lectores y visitantes. La cosa es que este fenómeno del rating en miniatura que tiene un blog (¿alguien sabe como llamarlo en castellano?) da para pensar algunas cosas sobre lo que resulta interesante a los demás. Veamos.

Un poco más abajo ("Cronistas") he recomendado a Mouat y a Merino. Estoy contento de haberlo hecho porque me gusta mucho como quedó el texto, pero sobre todo porque ellos escriben muy bien y creo que a un aficionado a leer historias contadas por otros le podría interesar. ¿Comentarios a ese post? Ninguno hasta ahora.

Postié un ejercicio de escritura que incluía matar a una mujer ("Música para matar") y hay 7 comentarios. Algunos dicen "pucha, me la creí". No es que esté manteniendo este "j.s." por eventuales lectores, de hecho no sé para qué lo mantengo(*), pero eso me lleva a pensar que la realidad real parece tanto más apetitosa que las ideas o la realidad fantaseada, y si le lleva alguna intimidad es mucho más atractiva. Pero, un contrapunto a modo de ejemplo.
  • Queercore. Un blog super noticioso. Políticamente correcto leerlo. Incorrecto decir que peca francamente de falta de elegancia, de contención, aunque de hecho es así. Y un rating de cientos de comentarios. Oigan: no se trata de envidia.
  • Mujer Gorda. Literatura al día. Genialmente escrita. Sí, claro que tiene un punto de realidad real, pero mucho más procesada y mejor escrita que los múltiples y llorosos diarios de vida reales que proliferan en internet. ¿Y si a la gente le interesa? Cosa de ir a ver. Miles de comentarios. Miles.
Sí, ya sé. La diversidad. Yo también digo eso. Que hay espacio para todos. En eso es fácil estar de acuerdo (menos los tipos que escriben en los foros de emol). Todos tienen derecho a escribir, y a quedarse callados también. Más bien estoy hablando de gustos, de estética. Creo que es importante discriminar qué es mejor. Discriminar no políticamente (vaya, yo soy un liberal), sino estéticamente.

(*) La conclusión es simple. El día que termine la tesis, seguramente va a ser absurdo seguir el jubilado.