jubilado sabático

(abril 2005 - noviembre 2005)

sábado, octubre 15, 2005

Los Jaivas son Pink Kraftwerk

Para ir rellenando, aquí un texto sobre unos que merecen atención. Estaba prometido, pero la pregunta sobre el futuro del jubilado sigue vigente.

El pulso de Los Jaivas es casi siempre cueca. Muchas veces es un carnaval nortino. El rock no es una alternativa a esta forma de tocar, sino que es el tono. Digámoslo así: Pavarotti cantaría cuecas como tenor, quiera o no. En su caso, Los Jaivas tocan cuecas con voz de rockeros. El rock es la voz, lo chileno es el contenido, la pulpa. No al revés: no es un grupo folklórico que toca rock.

El uso del piano es lo segundo que llama la atención. La elegancia y volumen que se obtiene al usar el instrumento más orgánico de todos es parte de la marca registrada. Para instalar el piano de cola en el escenario se requiere un local grande, y Los Jaivas son de concierto masivo, de escenario ancho, de batería enorme. La voz que suman los teclados le da un parentesco con el rock sinfónico, algo de Pink Floyd, sin embargo el repiqueteo de las teclas no es el estándar de un compositor tipo concertista: el piano es una voz más del coro, es un color inscrito en el ritmo del grupo. Es el regulador del tono del grupo, el que dicta la euforia o la contemplación.

Me detengo ahora en el bajo. Creo que en su innata sobriedad, el bajo se destaca en los Jaivas. Haciendo un ejercicio inútil de descomposición de la amalgama sonora (y ellos son una amalgama bien hecha) creo que el bajo bastaría para que su público empezara a bailar de esa manera entre endieciochada y woodstockiana que sólo es posible con los Jaivas. “Amor americano” es una demostración de lo múltiple de la paleta, de la velocidad de los dedos y lo divertido del uso de la uñeta. Este bajo no es oscuro. No es comparsa de la batería. El tambor no necesita refuerzo, y el bajo no se conforma con hacer de coro del bombo. Se balancea y canta. Es una guitarra más.

La guitarra es una curiosidad. Aguda, permanentemente soleando. Inquieta, un poco incómoda si no salta. No le debe gran cosa a Hendrix, como tampoco le debe mucho a Victor Jara. No suele emplear efectos salvo un flanger cósmico por ahí. Cede protagonismo. Un grupo de rock con una guitarra que no es florero. Quizás por estar en manos de Gato Alquinta, una guitarra tocada como quena, como ocarina. Imagino una guitarra que, conteniendo el grito, explota cuando se lo permite su dueño. Cosa de oir "La conquistada".

Los sintetizadores son utilizados casi siempre con buen gusto. Esto incluye un moog y otras máquinas de una época en que casi todo sonaba a plástico. ¿Cómo se mezclan trutrucas con electrónica? Buscándoles parentesco. Los Jaivas saben mucho de familiarizar la música. Entre el piano y los vientos, el sintetizador. Entre la guitarra eléctrica y el piano, el moog. Entre la voz y la percusión, hasta un sonido de clavecín. Ese ambiente un poco extraterrestre que el grupo creaba en sus composiciones, esa universalidad sudaca tiene que ver con la voz metálica de las máquinas. Los Jaivas podrían ser no sólo los Pink Floyd, sino también los Kraftwerk de Chile.

El coro. La voz de Alquinta es inconfundible, por supuesto. Pero por largos pasajes la de Los Jaivas no es una voz cantante. No es un grupo para versión guitarra y voz. La voz que le da continuidad a los diferentes ritmos fundidos es un tejido de charango, zampoña, tarka, arpa y nuevamente la guitarra aguda y acuática, marimbas, silbidos variados y un turgente canon de gargantas felices. Como en “La vida mágica ¡ay si!”, o en “Aconcagua”. Los Jaivas son de gritos, y por eso es tan curioso oírlos hablar tan graves y pausados.

4 Comments:

  • At 2:22 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Con todo el respeto y la buena onda, un pequeño alcance:
    La principal vertiente de la que proviene el estilo de Los Jaivas no es el folklore chileno, sino el argentino. De hecho, los temas más importantes del grupo (Pregón pa'iluminarse, por ejemplo) están en clave de malambo. También recurren bastante al huayno y el takirari. Sube a Nacer conmigo Hermano, para terminar, tampoco es una cueca, sino un huayno.
    No todos los 7/8 son cueca, amigo mío.

     
  • At 8:39 a. m., Blogger feña said…

    vale. hechas las correcciones del caso, quiero aclarar que no soy tu amigo. de hecho, no te conozco, julito. asi que tus datos fric me tienen bien sin cuidado, mi rey.

    uno que se gasta en elogiar a un grupo pa que después venga un erudito a fijarse en un detalle raro... hay gente que no entiende las gestalts.

     
  • At 5:50 p. m., Anonymous Anónimo said…

    jajaja, eso le pasa por hablar de un grupo pachamámico pos feña.
    la hermandad y la cosa.
    crap.

    saludos de otra que no lo conoce.

     
  • At 7:37 a. m., Anonymous Anónimo said…

    lo que pasa, elei des/conocida, es que a este julio le tocó cruzarse en mi camino un dia en que me tenían bien cansado los ...ejem... eruditos. Eso si que es crap, o no? Pero nada con los desconocidos. si yo a los jaivas tampoco los conozco.

    regards, f

     

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