Creo que el escaso impacto que han tenido las "memorias de un bibliotecario" me hace pensar dos cosas: o estoy equivocado pensando que son interesantes las memorias, o bien los lectores ocasionales están muy equivocados y no entienden nada de nada.Por si las moscas, colgaré un post en cada línea de argumentación. ¿Ya?Música nueva: estamos repasando algunos discos novísimos para la oreja. No es que sean novísimos porque salieron ayer -eso lo hacen las revistas de tendencias, cachai?-, sino porque en los ritmos particulares de este servidor, antes no me había asomado a ellos. Una lista, entonces:
1.
Lloyd Cole, "Don't get weird on me babe". Un disco del '91 muy añejo ya. Pero que carga con una joya que se llama Butterfly. Y que tiene por los coros a Matthew Sweet, así que eso lo transforma en un hallazgo.
2. Matthew Sweet, "
Girlfriend". Acá hay una vuelta de mano de Cole, que rasguea y canta coros, pero la potencia del disco sobrepasa esta anécdota. Es que suena "Don't go" y la idea de un
romanticismo cínico se entiende totalmente.
3. Daniel Johnston, "
Discovered covered". Son dos discos con el mismo tracklist, pero en el 1 cantan puros famosillos indies. A saber: Teenage Fanclub, Death Cab for Cutie, Clem Snide, Tom Waits, M Ward, Bright Eyes, Beck, Flaming Lips, y todavía hay más. En el 2, canta el dueño de las canciones. No entiendo todavía si es una fagocitosis impresentable del repertorio de un pobre esquizofrénico, o un homenaje sincero. Pero estoy averiguando.
4. New Order, "
Waiting for the sirens' call". Más melódico que otros discos, los NO se entretienen sonando, porque debe ser bien impresionante juntarse a ensayar o grabar y de repetente saber que es el legítimo sonido clásico de New Order. Y parece que lo pasaron bien haciendo el disco. Yo lo estoy disfrutando por lo menos.
5.
The Modern Lovers. Algo tienen de British Invasion, pero son gringos de la época de Doors y Velvets. De pronto recuerdan a Blur, digamos, se nota que estaba todo inventado en 1972, más bien. Claro que el '73 vinieron los milicos y nosotros aquí escuchando a Silvio. Con suerte, porque también estaba Perales. Bueno, ¿Silvio o Perales? Para recomponer un poco el pasado, estos loquitos están bastante bien, suenan rockeros sin pasarse de psicodelia californiana ni de mala onda neoyorquina.
6.
Nacho Vegas. Este señor asturiano canta bastante mal, con letras sobreactuadas (sino, ¿cómo se le ocurre emplear el término "humidificador" en un tema?), pero de tanto en tanto sus arpegios logran ser musicales. Y eso que el pobre hombre es español, lo que lo pone muy lejos de la música normal. Por dios qué malos son los españoles, pese a SSR. Pero la onda "
yo soy el Lou Reed de Gijón" logra convencer en algunos aspectos fundamentales: el tipo seguramente es alcohólico, putero y depresivo, tal como cuenta en sus letras. Quién soy yo para negarlo.