jubilado sabático

(abril 2005 - noviembre 2005)

sábado, julio 30, 2005

Lo que la gente quiere

¿Qué sé yo quién es "la gente" o qué es lo que le interesa? No tengo idea, aunque tampoco quisiera insultar a mis eventuales lectores y visitantes. La cosa es que este fenómeno del rating en miniatura que tiene un blog (¿alguien sabe como llamarlo en castellano?) da para pensar algunas cosas sobre lo que resulta interesante a los demás. Veamos.

Un poco más abajo ("Cronistas") he recomendado a Mouat y a Merino. Estoy contento de haberlo hecho porque me gusta mucho como quedó el texto, pero sobre todo porque ellos escriben muy bien y creo que a un aficionado a leer historias contadas por otros le podría interesar. ¿Comentarios a ese post? Ninguno hasta ahora.

Postié un ejercicio de escritura que incluía matar a una mujer ("Música para matar") y hay 7 comentarios. Algunos dicen "pucha, me la creí". No es que esté manteniendo este "j.s." por eventuales lectores, de hecho no sé para qué lo mantengo(*), pero eso me lleva a pensar que la realidad real parece tanto más apetitosa que las ideas o la realidad fantaseada, y si le lleva alguna intimidad es mucho más atractiva. Pero, un contrapunto a modo de ejemplo.
  • Queercore. Un blog super noticioso. Políticamente correcto leerlo. Incorrecto decir que peca francamente de falta de elegancia, de contención, aunque de hecho es así. Y un rating de cientos de comentarios. Oigan: no se trata de envidia.
  • Mujer Gorda. Literatura al día. Genialmente escrita. Sí, claro que tiene un punto de realidad real, pero mucho más procesada y mejor escrita que los múltiples y llorosos diarios de vida reales que proliferan en internet. ¿Y si a la gente le interesa? Cosa de ir a ver. Miles de comentarios. Miles.
Sí, ya sé. La diversidad. Yo también digo eso. Que hay espacio para todos. En eso es fácil estar de acuerdo (menos los tipos que escriben en los foros de emol). Todos tienen derecho a escribir, y a quedarse callados también. Más bien estoy hablando de gustos, de estética. Creo que es importante discriminar qué es mejor. Discriminar no políticamente (vaya, yo soy un liberal), sino estéticamente.

(*) La conclusión es simple. El día que termine la tesis, seguramente va a ser absurdo seguir el jubilado.

jueves, julio 28, 2005

Algunos hombres buenos

Sparklehorse. Es un flojo, se la pasa a pura colaboración. Su música suena como soñolienta... pero es muy buena. Y es el dueño de una canción perfecta: "Piano fire".

Howe Gelb (en realidad, Giant Sand). Tiene algún parentesco con Calexico, seguramente paternidad. Una interesante sugerencia: el folklore puede ser muy inquietante musicalmente.

Matt Sharp. Tocaba bajo en Weezer, y después en los Rentals. Ahora canta con guitarra country, pero no ha dejado de tocar un Fender Precision. Es como Wally, de "¿Dónde está Wally?", y me consta que es muy simpático.

Ben Gibbard. Este gordo es un genio. Cabeza de los queridos Death Cab for Cutie. Voz de The Postal Service. Tiene un disco ("Home") con un amigo de él, Andrew Kenny, que he escuchado directo de la página wers del sello Morr Music. Sólo quiere hacer canciones buenas, y encuentro que le va bien en su intento.

miércoles, julio 27, 2005

Música para sanar

Unos escriben, otros compilan lo que se escribe, luego un tercero comenta lo que se compila y un cuarto solamente pone un link al comentario.

Pero lo recomiendo mucho.

lunes, julio 25, 2005

Música para matar

He conocido el blog de una depresiva. Creo que además es bulímica. Está cesante y sola. No me extraña que pase pegada a internet. Reclama por su cesantía, por su soledad, echa de menos vivir afuera. Toda la gente que refiere está o ha estado viviendo fuera del país. Escribe sobre cine, sobre libros y música, como el 90% de la gente. Creo que no sabe gran cosa. Cada canción que cita, como cada poema, están llenas de cursilería. Siempre hay una referencia explícita a algún amor incompleto. Tiene más años que yo, pero me parece que se comporta como una niña.

He decidido afectarla. Quiero limpiarme las manos con ella. Conozco relativamente bien la impronta de la cesantía, de la depresión, de la desilusión. De la triste música pop. He leído alguna cosa en la vida, y estoy seguro que no sería difícil llamar su atención. Quiero deprimirla más, empatizar con ella en su dolor y alimentar su dependencia. Que se abra –lo hace hasta sin querer- a leer mis opiniones y se entristezca, que me pregunte por canciones tristes que la acompañen.

Pero mi plan es recetarle música suicida, de la abiertamente desesperada a la sutilmente mortal. Creo que es un plan por el cual nunca me encontrarán culpable, y sin embargo estoy seguro que puedo matarla. Quedaré más liviano, estoy seguro.

Cronistas

Me da placer leer a Roberto Merino. Me intrigaba, tiempo atrás, quién sería el personaje de barba hosca que hablaba sin que se le viera la boca en "Plaza Italia" del canal 2. Confieso que su pinta de profeta me aburría -me atemorizaba quizás- antes de oirlo. Me enteré por algún amigo con más oreja y menos prejuicios que el hombre comentaba barrios de Santiago. Pensé: curiosa especialidad. He llegado a entender lo crucial que es entender lo de los barrios después de buscar casa 4 o 5 veces. El mismo "jubilado sabático" está alojado en el barrio de Vallcarca.

Leí y tengo, porque es como un diccionario, el libro "Horas perdidas en las calles de Santiago" (Ed. Sudamericana, 2000). Me alegré mucho de saber que escribe los domingos aquí.

Y Francisco Mouat. El pobre (qué culpa tenía él que me gustara la sección "El catalejo" del programa "El Mirador") fue molestado una vez por mi mismo, al teléfono. Yo pensaba que tenía una buena razón para hablarle, una de esas que justifican un telefonazo. Pero se excuso lacónico, y entendí que no. Sin embargo, en una librería de viejo encontré un pequeño volumen de tapas rojas, titulado "Cosas del fútbol". Me reí semanas enteras. Lo recomendé a quien tuve al alcance. Se lo regalé (reeditado como "Nuevas cosas del fútbol") a un querido primo que necesitaba reirse en un postoperatorio, pero es que además de entretenido tiene una pluma que conecta directamente con la fascinación por la pelota, por jugar, por la niñez, por el saber enciclopédico malgastado en temas menores. ¿Estoy concediendo que el fútbol es un tema menor? No, es un recurso nomas.

Y alguna vez le regalé a mi padre la novela "El empampado Riquelme". Como de costumbre, no me ha dicho nada respecto a si le gustó, pero me da igual: es un regalo.

Mouat escribe semanalmente una crónica en El Sábado. Búsquela.

domingo, julio 24, 2005

Un país liberal

No, no, no.
Lo moderno de un país no está en la cantidad de MrDones que se instalen por ahí.
No radica tampoco en el parque automotriz (especialmente en los 4x4).
No es más moderno un país donde la gente aprende a batir el vino en sus copas antes de chupar como afiebrados curaditos de fonda.
Ni es más moderno un país -nuestro país- que entiende que ser liberal es ver cahuines gay en "Primer Plano" o aplaudir cualquier opinión, por ramplona que sea, siempre que esté protegida por la mágica fórmula...

"Y O S O Y S U P E R S I N C E R O
Y D I G O L A S C O S A S
A L A C A R A"

Creo que, una vez más, Rafael Gumucio ve bien. Los dejo con él.

viernes, julio 22, 2005

Restos de la despensa

Método de cocina creativa:

1. Revise su nevera-refrigerador y haga una lista de las cosas que puede usar. Eventualmente, haga una evaluación de los daños y mire lo que se pueda rescatar. Ojo! en cocina creativa nada está de más.

2. Mire ahora en la despensa. Siempre en segundo lugar, después de lo refrigerado. Lo que pasa es que en la despensa-alacena siempre encontrará los acompañamientos, nunca lo central de la comida creativa que va a preparar. Sólo descarte aquello que esté evidentemente vencido-rancio, y aquello que ha comido en los últimos dos días. Es decir, en cocina creativa la gracia es no comer fideos-pastas tres días seguidos (eso es cocina de soltero convencional, no creativa). Preste especial atención a cosas enlatadas-en conserva que en principio no habría mirado.

3. ¿Olla o sartén? Esta puede ser una de las decisiones creativas más importantes a tomar. ¿Qué pasa si en lugar de cocer las papas, las fríe? O si en lugar de saltear una coliflor, ¿le da un hervor? Considere que puede secuenciar creativamente diversos pasos: sofrito, salteo o sancocho, fritura, cocción...

4. El corte de los ingredientes. Aprenda a usar el cuchillo con cuidado. Nada peor que una yema de dedo abierta por culpa de la cocina. Nada mejor que una zanahoria cortada de manera que cruja en la boca, o que una cebolla que en vez de quemarse en el-la sartén se dora y se pone dulce. Cortes creativos: rodajas, julianas, gajos, cubos, dados y, por supuesto, el microcorte que es dejar casi molido el ingrediente en cuestión.

5. Finalmente, las especias-aliños. Algunas parejas que no fallan: comino con cebollas y derivados; orégano y tomate; arroz y curry, o mejor cúrcuma; pimienta con todo; sal, por amor de dios. Invente, pruebe. Compre aliños, no se arrepentirá.

Y coma con tranquilidad, sin mucha expectativa. La cocina creativa es azarosa, no siempre queda rica. La gracia es que un día de estos le da usted el palo al gato y se hace un cocinero-cocinera de ley, aprende a regular su cocina y alguien se lo agradece con un beso.

miércoles, julio 20, 2005

Internet-intimidad

Una chica de Rancagua está siendo humillada por un video íntimo que su ex-pololo colgó en un sitio para calientes. Me parece un desafío tomar postura ante esto. Las razones:
  • Me gustan, como a mucha gente, los videos de gente en pelota. No puedo ser tan mentiroso.
  • Creo que el estilo amateur es super cachondo justamente porque afecta como nada al mirón que uno es.
  • La chica de Rancagua es increíblemente común y corriente. Eso la hace igual a todos, a mí.
  • Ella no quiere que ese video se difunda.

Y eso último es lo que me perturba. ¿Si hizo ella el video? Qué importa. Da lo mismo. No quiere que ese video, como parte de su intimidad, sea humillado por la difusión casi mundial que puede tener a través de internet. Para los calientes-mirones hay cualquier cantidad de material disponible, cuyos autores e involucrados están dispuestos a ser vistos (porque sí, por plata, por lo que sea). Sin embargo ella no quiere. Y no hay cómo parar la difusión. Es un tremendo daño, es triste imaginarse su situación.

lunes, julio 18, 2005

Narda

La cocinera pesada más abacanada y seca que hay se llama Narda Lepes, y prepara buena comida acompañada de buena música. Es feíta, lo que contribuye a su aparente amargura. Pero me imagino que algo bueno hay en su corazón con esas recetas.

jueves, julio 14, 2005

A y B

Elegir un presidente es entregar un poder a otro que está por sobre uno. a diferencia de pagar algo, no es transferir directamente poder económico (aunque las cuentas del Riggs demuestran que el enriquecimiento es un deporte practicado en ciertas esferas) a otro ciudadano que maneja un taxi, ejerce su profesión o presta un servicio. Uno, en cierto sentido, no vota por personas iguales a uno. Las posiciones que ocupan los presidentes (y los senadores, los diputados, alcaldes, concejales) están cubiertas con ciertos privilegios que son desiguales a los de uno, votante (inscrito o no, los presidentes toman decisiones sobre uno igual).

¿Por qué tipo de razón moral -descarto las motivaciones afectivas, como votar por simpatía- uno podría diferenciar a los candidatos que salen temprano en la mañana a ganarse las preferencias de gente que no conocen? Encuentro un argumento interesante, porque es simple y general: "B puede aceptar las ventajas que tiene A dado que estas ventajas se las ha ganado de maneras que mejoran las expectativas de B. Es decir, si no se permitiera que A estuviera en esa mejor posición, B estaría todavía peor" (J. Rawls).

Interesante pensar que no sólo se trata del cargo al que postulan hoy nuestros cincuentones candidatos más fuertes. También son los caminos que han seguido para hacerse un lugar en la carrera. Uno, Joaco, mezcla su militancia política con la gestión de su imagen en dos alcaldías. Otro, Piñén, tiene mucha plata que se ganó en operaciones empresariales que tienen la característica de entrar fuerte en momentos que otros están caídos. Bachelet fue ministra de Lagos, como militante socialista que es, y tiene una historia personal que sintetiza contradicciones de un país adolescente que sale de un período de locura (1973-1989) con una mesada jugosa en términos económicos.

Creo que ni un ex-funcionario de Pinochet ni un empresario oportunista se han puesto en carrera haciendome ningún favor para que yo esté mejor. Sinceramente, creo que sin la UDI ni RN, no sólo yo, sino el país entero habría estado mejor. Me queda una sola entonces.

Siempre uno mismo - Solar

Quizas lo mejor de esta canción es su título, aunque es difícil descomponer una obra que suena maciza como un cerro. Alguna vez vi un clip, y también estaba bien, pero sobre todo es una pequeña obra maestra en los oídos.

Solar fue un grupo raro. en el concierto de despedida de Soda Stereo simplemente hubiese dicho que eran un grupo horrible. Es que, claro, más encima tocan antes de un grupo que cultivaba mejor que nadie un sonido muy parecido (es decir, una versión más radial del pop sónico británico, más o menos). Un amigo me decía que deberían llamarse "Sodar".

El prejuicio era así de fuerte. Pero vi el video. Y sobre todo escuché las guitarras, el bajo claro, la batería lacónica y después musculosa. La letra de Gómez. El título, que suena brutalmente cierto, no sé bien por qué. Siempre uno mismo, siempre solo... uno mismo.

La frase es tan buena porque parece como verdad y, como pasa con las frases buenas, no se sabe con precisión qué es lo que implica. ¿Siempre parece que fuera todo efecto de uno? ¿Al final, es cosa de uno nomas? Después de temporadas diferentes, al final, siempre, sólo uno mismo. Solo uno mismo (ver el efecto del acento). Tanto boxear con la muralla y al final... eso se llama hacer sombra. Los otros, los que uno esperó que tuvieran otra estatura, otra idea en mente, no están. Bien, entonces nada con ellos. Uno mismo. Suena un poco como el picado que decide que es mejor solo. Suena digno cantarlo, decir que no hay rencores, que es algo que ya sabemos, que se puede ir a otra cosa.

Hay algo en la frase, entre triste y valiente, que me parece adulto. Como si Gómez y sus amigos hubieran dejado de copiarle los pasos a otros (musicalmente y de otras maneras también) y tuvieran argumentos de peso, verdaderos, para cantar. El final de la canción es una demostración que se trata de un grupo de rock, sin apellidos raros. Lo mismo se van encima de sus instrumentos, pisan los efectos y hacen mucho ruido, que luego levantan la cabeza y siguen bordando arpegios más contenidos. Hermosa canción.

Creo que después de mirar el mundo mucho rato (por ejemplo, 20 o 25 años) se puede concluir que las cosas son de una cierta manera y que, por las buenas o las malas, uno está obligado a ser el que es. El tiempo nunca se equivoca, dice Gómez con voz clara.

viernes, julio 08, 2005

Alba

Hoy me acordé de Alba. Una catalana con la que compartí casa por unos pocos meses, y sin embargo a veces la echo de menos. En un sentido particular, en realidad.

Primero, porque canta bien. Y escucha música, y toca guitarra. Eso te mejora la calidad de vida inmediatamente. Segundo, porque me pareció una mujer generosa, fue fácil compartir mi casa con ella. Tercero, porque cuando se fue señaló el final de un período. Coincidencias, en realidad. Nada de lo que ella sea responsable, pero de todas maneras un buen símbolo.

Cuando Alba se fue a Premià de Mar (con Helio, su silencioso y divertido novio), entendí que, así como ella, yo tenía que hacer otra cosa. Y estoy en eso, desde que se fue en Febrero. La última vez que la vi le tenía un envío: un juego de PlayStation en que el objetivo es conquistar la ciudad y ser famoso. Ojalá le fuera muy bien cantando.

jueves, julio 07, 2005

Contra la autoayuda - 2

Aunque hay una pequeña discusión al respecto en la blogosferarss no la voy a citar completa. Muy largo. Digamos que entre los muchos y muchas que llevan estas bitácoras cunden temas como la música, el cine, las penas de amor y proyectos medio desquiciados. Cosa de buscar en mi propio jubilado sabático y hay de eso.

Pero hace rato que leo y encuentro ideas que me recuerdan lo peor de la literatura de autoayuda. ¿Qué es lo que no se aguanta? Veamos.

La autoayuda es como la masturbación. Nadie podría descartarla, pero es una afición secreta. Intuyo que ante un problema determinado, los costos personales de pedir ayuda a otra personas son enormes, y a veces justamente los padecimientos tienen que ver con relaciones en las que uno pasa penurias. La tentación de ayudarse solo es grande. Pero despista, tal como el autoerotismo tampoco reemplaza una relación. No hago valoraciones morales, sino que digo que parecido no es igual.

Una de las afirmaciones que más relación guardan con esta ética de la autoayuda es eso de "si uno quiere, puede". La máxima de cualquier emprendedor, que se echa el mundo a la espalda y jura (tipo Sísifo) que con un poco de voluntad-espíritu empresarial, el mundo caerá a sus pies. La máxima del neoliberalismo. Del egoismo, la creencia en que los deseos del Yo son realmente capaces de transformar la realidad. Esto es posible en la fantasía (lo que nos reenvía a la paja), pero creer que la realidad se adaptará a los propios deseos no es una predicción certera.

¿Y qué? Bueno, que entre más Jaguarlandia se pone Chile, más cunde esta ética. Entre más convencidos hay respecto a que los empresarios son los sacerdotes que deberíamos seguir, más se vende la autoayuda en las librerías. O al revés. Pienso que ambos fenómenos están relacionados causalmente. Para muestra, el candidato Piñera. El ex-candidato Fra-Fra. El futuro candidato Flores. Los cursos de liderazgo como un camino de perfección espiritual. El contagio político y religioso de las ideas de Og Mandino.

A mí me parece falso. Una manera engañosa de meterse en el conocimiento del mundo interno.

PS: En una actualización de este post, agregué un vínculo a un blog que calza con el perfil que desprecio. Estoy disponible a defender mi punto de vista.

martes, julio 05, 2005

Johansen

Este gringo es divertidísimo, porque no es tan gringo. Representa un especimen irrepetible de la especie músico transcultural, que sería algo así como la familia que une a Manu Chao, Joe Vasconcellos, Beck, DJ Méndez y algunos otros que ahora no recuerdo. La gracia es que es la oveja negra (o blanca) de la estirpe.

Canta en inglés y argentino, y en ambos tiene poco acento. Está totalmente consciente de ser un híbrido de danés, gringo y sudaca. Sus canciones mezclan bossa, milonga, cumbia y pop. A diferencia del tono pontificio de Chao, las letras de Johansen son divertidas porque no es un europeo que descubre su fuerte compromiso con el tercer mundo. No es tampoco una especie de arrepentido global o un ciudadano del primer mundo con mala conciencia por los privilegios que tiene sin merecer. Por el contrario, es un sudaca que tiene buen pasaporte y lo usa sin problemas. Se puede reír, como hijo mestizo que es, de los turistas en Puerto Madero pero también de las elites intelectualoides de estos remotos parajes.

En esto, creo, es donde Johansen es definitivamente bueno. La letra de “cumbiera intelectual” describe perfectamente a una insoportable niña culta y europeizada que, como parte de su corrección política, baila cerebralmente la moda de lo popular. Es como David Byrne disfrazado de rey momo del mambo. O como los abuelitos cubanos rescatados por Wim Wenders y popularizados en EEUU. No podemos odiarlos (¡pero si de hecho nos gusta!), aunque sabemos bien que se ven fuera de lugar. Podemos reírnos. Kevin El Gringo le dice a la cumbiera “vamos al cine, rica” y ella, siempre lista, contesta “veamos una de Kusturica”. Mi tema favorito. Y es también el más atinado retratista de la malsana adoración por el Che Guevara en “McGuevara’s o Che Donald’s”. Basta con eso por resumen.

Además le dedica un disco a su hija. Creo que no hay nada falso en Johansen, y todo es simpático.

lunes, julio 04, 2005

Apablaza

¿Cómo que no hay condiciones en Chile para aplicar justicia? Es verdad que a la jueza express la perdonan por nada... es cierto que es una vergüenza. O sea, a mi me da vergüenza.

Es verdad que el poder judicial chileno bla bla bla. Pero por qué Apablaza me lleva a pensar en el mismo argumento que alguna vez sacó Pinochet... si uno cree que tiene buenas razones, ¿por qué no concurrir? ¿Por qué ponerse por encima de la ley?

El Frente, con todo, ya pasó. Yo creo si hay algo que decir al respecto, sería bueno no dejarlo en Argentina. Eso nomás.

viernes, julio 01, 2005

Jaguarlandia

Es muy divertido leer la cuarta. Su versión digital, cibernética dicen ellos, es un bocado de humor y estilo. De acuerdo, un diario burdo, pero genuinamente conectado con los lectores: los auténticos (lustrabotas, oficinistas, taxistas, etc.) y los otros (tesistas sacadores de vuelta y demás snobs).

En el particular vocabulario de este medio hay una jerga que cualquier chileno entendería con algo de memoria y sensibilidad para el doble sentido. Creo que merece una referencia bien hecha, sobre todo los nombres que usan para referirse al cacheteo. Genial. Y, esto es lo que me interesa en particular, a Chile le dicen "el calcetin de tierra", "Chiwi" y "Jaguarlandia". Y me acordé de eso leyendo un buen libro de (en mi opinión) divulgación sociológica. La referencia es "¿América Latina moderna? Globalización e identidad", de Jorge Larraín (LOM, 2005).

En uno de los capítulos más interesantes, Larraín señala que en materia de identidad nacional -en todo caso, un constructo de lo más imaginario- los chilenos disponemos de tres discursos que compiten entre sí para mejor señalar quién chucha somos. Perdón por la chuchada, pero creo que viene totalmente al caso. Resumo:
  • Lo chileno es aquello que el Ejército y su acción paterna creó mediante guerras. Somos un pueblo guerrero antes que nada.
  • Lo chileno es un espíritu de comunidad que existe gracias al catolicismo ancestral y barroco que fundó el país en torno al latifundio. Se mezcló con la identidad militarizada para hacerse propiamente nacional.
  • Lo chileno es eso que nos permite ser empresarios existosos. El éxito, el individualismo, el liberalismo, el emprendimiento, el empuje, el consumo. Somos casi desarrollados y sólo depende de nosotros (en realidad, de cada uno) que así ocurra.

Este último país es el que La Cuarta llama acertadamente "Jaguarlandia". Y ademas me parece reconocer tan bien ese sueño en los deportistas exitosos y en los que aspiran a serlo; en Piñera, pero en Lavín también; lo reconozco en Fernando Flores, que además le da toques místicos (no católicos) a la misma ínfula empresarial; lo reconozco en tanto blog que se escribe en un castellano como traducido del inglés, muy chileno de estos tiempos.

Hay algo molesto en ser así, pero supongo que hacer un posgrado fuera del país es parte del mismo fenómeno, así que no puedo verlo TAN ajeno como me gustaría. Pero me basta volver a ver a mi familia para reconocerme mejor. Algo de lo guachaca-católico me constituye. Algo profundamente conservador me impide sentirme ajaguarado y creerle a Michael Porter. Me carga el cuiquismo que cunde sobre todo en este entorno moderrrrno de internet, irreflexivo a la hora de tragarse imágenes.

Bueno, es mi blog y escribo lo que me interesa, ¿no?

De informáticos, homosexuales y católicos

UNA BUENA REFLEXION que sí me reenvió Elsa. No es de autoría de Miquel Villanueva i Margalef (Departament d'Economia i Ciències Socials Universitat Politècnica de València)

En línea con la actual relevancia social en torno a la modificación de la legislación española sobre los matrimonios, la postura de los católicos en ella, voy a exponer mi posición aquí: Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Me parece una injusticia y un error tratar de impedirselo. El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales. Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos. Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.

Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestructuradas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.

Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruín de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: Aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia. Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos. Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!". Veo ese tipo de críticas y respondo: Si bién es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.

Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres. En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitirseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción. Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.