Famosos de juguete: Pancho Puelma (colaboración de J.)
El gran problema de los artistas chilenos, no es la piratería (Scaramelli: JAMÁS he visto UN disco tuyo en alguna cuneta), los productores inescrupulosos (muchachos, no hay mucho que robarles) y menos la ida de Don Francisco a Miami (si es por eso, lo que realmente les afectó fue la salida de Pinochet de La Moneda; también a Miami, pero a depositar unos vale vistas). El problema son los referentes. Sí, dime con quién andas y te diré quien eres y a quién te quieres parecer. Scaramelli a Fito Paez; Mónica de Calixto a Liza Minelli y Alejandro de Rosas, últimamente, a Ismael Serrano. Ninguno de los artistas mencionados me gusta, pero mil disculpas por incluirlos (Scaramelli: no habló de ti).
Como en el Jubilado estamos por engrandecer al artista nacional y darles el music emergency que necesitan urgente, la idea es preocuparnos del buen Pancho Puelma. El referente de Pancho me es realmente nebuloso. A veces creo que trata de ser un Alejandro Lerner (aun más) descafeinado (o sea algo así como un Café Dolca) y otras lo veo en la fase (aun más) mamona de Billy Joel (o sea algo así como Richard Clayderman cantando).
Pancho toca el piano bastante bien, tiene un tono de voz que no molesta en lo absoluto y sobre todo, un TREMENDO pasado, como para sacarle partido. No me refiero, por supuesto a joyas musicales como “Otro día más en la ciudad”, “Vamo’ a navegar” o esa zapada grandiosa llamada “En la carretera” (“yendo por la carretera, desde Arica a Punta Arenas”: ¡toma Jack Kerouac!); sino a un pasado de drogas y robo de radios de autos que ya se lo quisieran outsiders como Iggy Pop o ese guitarrista de Manic Street Preachers que salió a comprar cigarros y no volvió. Pancho: no quiero ahondar en recuerdos que son difíciles para ti, pero debes saber que parte de la superación pasa por el reconocimiento; y si tenemos un activo que puede ser utilizado...
Primero: volvamos a la chasca aquella. No ese corte de oficinista “un poco crespo”. Hagamos que el vocalista de Sistem of a Down, llore de impotencia capilar y olvídate de los prejuicios estilísticos
Segundo: dejemos esas letras del tipo “me reencontré con Dios y él me iluminó”. No Pancho. Independiente de tus creencias (tan respetables, no) el producto “Dios” cotiza en baja, desde que Bush Jr dice que es su partner. Enójate con Dios, porque le has hecho propaganda y te ha dejado tocando en restoranes y parrilladas. Démosle a los Rodrigo Orias del mundo un mejor modelo que los gritones de Deicide.
Tercero: ROCK. Pancho, debo recordarte que tenías una de las bandas más competentes del rock latino, quizás la mejor (aunque la competencia no era precisamente dura si nos acordamos de ¿Engrupo?). Por Los Socios pasaron Perrín Clavería, Roberto Lee, Roberto Lacourt y el que ahora es bajista de Charly (y también del Negro Piñera, lo sé), entre otros. No es mal antecedente. Dejémonos del piano eléctrico y de la caja de ritmos y volvamos a tocar un poco más fuerte, en beneficio de las nuevas letras.
Cuarto: cuando pasas a capilla semana por medio, no coloques esa cara de practicante de Reiki, del tipo no-me-importa-porque-he encontrado-la-paz-interior. Enójate, pelea, lánzale un escupitajo al camarógrafo y cuenta que el Rafa te pidió que le movieras. Sé polémico.